60 minutos con la Samsung Galaxy Tab S bastaron: es la mejor tablet Android del mercado
Se ha probado la nueva Samsung Galaxy Tab S durante 60 minutos. No hay dudas: estamos frente a la mejor tablet Android del mercado. Nuestras primeras impresiones son muy buenas. ¿Superará al iPad también?
Estuve probando durante 60 minutos la nueva Samsung Galaxy Tab S presentada el viernes pasado. Aunque una hora pueda saber a poco, cuando hablamos de un producto recién presentado que apenas han tocado manos en todo el mundo, da para hacerse una idea extensa del dispositivo que nos acompaña, al menos mientras esperamos a usarla en el día a día y ver cómo es realmente. Como no quiero llenar esto de párrafos y párrafos divagando sobre el pasado, presente y futuro de Samsung, y los valores que encarna esta tablet, me voy a permitir la caradura de concluir que la Galaxy Tab S, tras mucho tiempo de desarrollo y evolución, puede reducirse desde una oronda vaca a un minúsculo cubito de caldo (como decía LeCarré que hacían al convertir sus libros en películas de Hollywood), dejando mis impresiones en tres aspectos clave (y debatidos hasta la saciedad, claro). A saber:
1. El hardware
Tener la Tab S de 8.4 pulgadas en la mano evoca directamente a tener el iPad mini. Es un diseño inspirado en la misma tendencia lógica en las tablets: reducir marcos, reducir grosor, y hacer que la pantalla, la protagonista, ocupe el mayor porcentaje posible del frontal. Aquí, desgrano por partes:
- La pantalla es la mejor que he visto nunca en una tablet. Al menos en unas primeras impresiones, claro. Es la primera Super AMOLED en un dispositivo así, y viendo lo que ha hecho Samsung con Note 3 y S5, llega en el momento idóneo. Contraste 100.000:1, cobertura de más del 90 % de la paleta Adobe RGB, modo adaptativo en base a la aplicación que estamos usando... Hasta el tiempo de respuesta se nota mejorado respecto a modelos previos. Eso sí, formato 16:10. Sigo siendo defensor de que en una tablet es mejor 4:3, ya que es el óptimo para aplicaciones y navegación web, mientras que el panorámico "únicamente" gana en reproducción de vídeo.
- El diseño es muy acertado, nuevamente, sobre todo en el modelo de 8.4 pulgadas, más compacto (y por ende, con mayor densidad de píxeles, ya que la resolución se mantiene), con una trasera casi idéntica a la del S5, y un grosor de sólo 6.6 milímetros.
- Especificaciones. Una vez más, apuntando directamente a lo más alto, a reinar al menos sobre el papel: 3 GB de RAM, procesador octa-core, 2560 x 1600 píxeles de resolución... Lo adecuado, digamos, para una tablet de gama alta que aspira a ser la mejor tablet Android del mercado, como mínimo.
En general, no hay quejas sobre su hardware, aunque como siempre, algún componente podría ser mejor y el diseño tiene margen. Parón aquí para decir que el del modelo de 8.4 pulgadas, a mi juicio, gana. No sólo por tamaño (opinión personal), sino porque su posición natural es la vertical, y los botones están diseñados para ello.
2. El software
Samsung ha equipado a la Galaxy Tab S con el mismo software de productividad que a las tablets de la familia Pro (WebEx, eMeeting, Remote PC...), su gama pensada para que la tablet pueda sustituir al ordenador en el ámbito profesional (con infausto resultado). Además, ha incluido otras utilidades, como un modo con el que podemos emparejar la Tab S a un smartphone Galaxy y ver e interactuar con él en directo a través de la pantalla de nuestra tablet, o el software Hancom que emula la interfaz de Office y es casi 100 % compatible con esta suite (lo de emular una interfaz de escritorio en una tablet con pantalla táctil sigue siendo igualmente una mala idea).